Aside from Me
Elisa Juri






Re-Written notes from a Night in Vienna






















Es de noche, hace frío y llueve
I’ve looked through the back window of the last wagon of this train I’ve inclined my body with the motion of the curve we take as we leave the station. I’ve seen the trees grow distant, family houses I stare without fixation (...).





A spider on the sink
nights without recalling my dreams
wifi junkies
scroll, swipe, sigh.
A wiki junkie
immersed in sleepless dreams
a language of foreign signs
I do not understand.
A pillow of sounds
I could sleep on
if I hadn’t the insomnia
of a pale screen light
triggering
mid-thoughts
fogging the hush
of this austrian night.
Are these the aches of my times
or are these
thoughts
that feel lucid given I scribble in the dark?
Oh! hush, redeem myself from me at last.




Las luces de los autos que pasan se vuelven pequeños e incandescentes asteríscos contra el vidrio empañado que se ensucia con cada vuelta del parabrisas.
La autopista corre vacía, la melaconlía del neumático contra el asfalto todavía mojado por una tormenta que fue mayor y ahora no cesa pero tampoco arranca.
Me ausento en la canción que encontré en la radio. Jamás escucho la radio pero el único disco que anda en loop en el auto hoy lo veo como un síntoma más de eso que hago, y que estoy dejando de hacer.
Durante el día la neblina baja empapa el campo seco y quemado por las heladas.
En la radio ahora hablan de Venezuela. Venezuela está cansada, me dice una voz, y el asfalto otra vez tibio, mis ojos transpiran sentimientos que quiero contener. Y porqué me quieren vender una carrera en una universidad privada usando refranes budistas. Una carrera corta, un manantial eterno.
No, no todo me gusta. Ese es el riezgo que detesto de escuchar la radio. Pero empiezo a preferir lo inesperado por sobre el loop. Y eso, decir eso y sentirlo de verdad, hoy, es suficiente. Y trato de convencer al mundo que los días así tienen su belleza. Y pienso en preguntas sobre mi profesión que nunca antes me hice, suave se vuelven mi nueva brújula. Y la canción en la radio propaga esas preguntas. No son preguntas, son contemplaciones. Y qué diferencia hay y qué más da, la borra del café turco que me acabo de beber en una mesa con mi madre, mi tía y mi primo ¿raíces libanesas de quién? Un bosque, Artemisa, un oso, el invierno interior. En mi mente, dedico secretamente combinaciones de un poema. Y después dejo de hacerlo. Bye Bye Blackbird.






©ElisaJuri2024